Certificación del Auditor de Cuentas en los Acuerdos Colectivos de Refinanciación
enero 13, 2021En la encrucijada de la transformación digital
febrero 2, 2021Nos encontramos inmersos en una grave crisis con importantes consecuencias económicas y sociales, que está poniendo a prueba la capacidad de resistencia y de adaptación de nuestro mundo a escala global. Nuestro tejido productivo no es ajeno a esta situación: con la paralización de la actividad y el confinamiento, desde los ERTES y la caída del consumo y la inversión, hasta el cierre de empresas y la pérdida de puestos de trabajo… Las consecuencias del COVID-19 están siendo, y pueden llegar a ser, intensas y de amplio alcance.
Debemos tener presente, no obstante, que esta crisis es ajena a nuestro modelo empresarial, es decir, no ha tenido origen en un fallo de nuestro sistema productivo. Lo cual nos permite entender que vendrá a acelerar –lo está haciendo ya- procesos de cambio en determinadas áreas de gestión en las empresas.
Y esta reflexión es necesaria, porque las empresas constituyen el único motor capaz de impulsar la salida de esta grave situación: porque la vuelta a la normalidad y la superación de esta crisis pasan indudablemente por el restablecimiento del flujo de mercancías y personas, la producción de bienes y servicios, y en definitiva la generación de empleo y riqueza, y todos estos factores se hallan fuertemente ligados a la solidez de nuestro tejido empresarial.
Precisamente, uno de los sectores más relevantes de nuestra economía, es nuestra industria turística. Azotada por el desánimo de verse frenada por una Alarma Nacional que ya perdura más de dos meses. El turismo es algo muy vivo, voluble, los destinos cambian, las empresas cambian, los métodos cambian, es algo evidente, por lo que debemos tener también muy presente que la actividad turística de dentro de unos años será muy distinta a como la conocemos actualmente. Actores turísticos que hace cinco años tenían una insignificante cuota de mercado, son hoy de los más relevantes, como pueden ser Airbnb, Ryanair, Free Tours o Cabify, cada uno ejemplo de un distinto subsector turístico. Por otra parte, otras empresas como Google o Amazon han manifestado su interés de participar en el sector turístico, lo que podría provocar otra transformación en la actual estructura de la industria.
De tal manera que la planificación estratégica que diseñemos ahora para salir juntos de esta crisis será determinante para que nuestro país siga siendo un líder mundial indiscutible. Más de 85 millones de visitantes en 2019, avalan nuestro destino.
Por otra parte, es evidente que las motivaciones de los turistas también cambian, van adaptándose a los nuevos tiempos, a las nuevas tendencias sociales, lo que hace que debamos prever nuestro destino a las nuevas necesidades de los turistas de los próximos años.
Es evidente que el turista que llega a la Costa del Sol, también ha cambiado. Si hace unos años su actitud era la de pasar una semana en la playa, casi sin hacer nada más, en estos momentos sabemos que el turista es más activo, que busca conocer ciudades cercanas, que quiere disfrutar de la gastronomía local, que desea hacer cosas, que le gusta la cultura andaluza, … Y también es evidente que estos gustos y motivaciones cambiarán por las nuevas tendencias turísticas de la demanda para los años venideros. De igual manera, los destinos también están cambiando, e indudablemente van a evolucionar más en el futuro. La cualificación, la recualificación, la sostenibilidad, la competitividad turística en los destinos, aspectos básicos en los últimos años, van a transformar a un elemento innovador y determinante, tal y como es la aparición de los “Destinos Turísticos Inteligentes”.
Esta metodología integral va a cambiar la forma de gestionar las ciudades y zonas turísticas. Por lo tanto, cualquier destino, como es el caso de la Costa del Sol, que quiera mejorar su eficiencia, tendrá que adaptarse a la gestión competitiva basada en los modelos de los “Smart Destinations”.
Por ello, se considera esencial hacer una reflexión sobre las modificaciones de las tendencias turísticas, de las nuevas demandas del futuro, así como de los modelos de destinos turísticos inteligentes por los que hay que apostar, y que deben jugar un papel esencial en el marketing turístico de los tiempos que están por venir. Esas nuevas tendencias turísticas, las podemos resumir posiblemente en las siguientes: Experiencia única y auténtica, contacto con la cultura local; segmentos de mercado emergentes (Millenials, Turismo Senior, Turismo de Salud y Bienestar, Turismo Gastronómico, Turismo Verde, Turismo Familiar y multigeneracional, Turistas que viajan solos, Turismo de lujo Cosmopolita y Turismo Urbano City breaks), etc.
El turismo, nuestro turismo, forma parte de la “Industria de compartir experiencias únicas”. Es fuente de riqueza y empleo, de dinamismo económico y progreso social. Aprendamos del COVID para mejorar prácticas y experiencias y planifiquemos una salida inteligente a esta pandemia que se presentó sin avisar, sin manual de instrucciones, pero que puede ser una oportunidad para hacer una Costa del Sol aún más competitiva y eficiente.
Javi Gonzalez de Lara
Auditoria de Cuentas