Habitualmente nos surge esta duda, a partir de qué momento se deben auditar las Cuentas Anuales de una sociedad. A continuación, trataremos de dar unas sencillas claves para conocer el momento de comenzar a auditar. 

Según estable el Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 julio, una empresa estaría obligada a auditar sus Cuentas Anuales, si durante dos años consecutivos al cierre del ejercicio, se cumplen dos de los tres requisitos que detallamos a continuación:

• El total de los activos supere los 2.850.000 euros. 
• El importe neto de la cifra de negocios supere los 5.700.000 euros. 
• El número medio de trabajadores durante el ejercicio supere los 50 empleados. 

Otros de los motivos que hacen obligatoria la auditoría de Cuentas Anuales son:

1. En las empresas que no cumplen estos parámetros, un socio minoritario con más de un 5% de participación, puede solicitar en el Registro Mercantil de su provincia la realización de una auditoría. 
2. Las entidades que tengan en su actividad la intermediación financiera, cooperativas de crédito, cooperativas de viviendas y entidades aseguradoras.
3. Sociedades que durante el ejercicio reciban subvenciones o ayudas, con cargo a presupuesto de Administraciones Públicas o fondos de la Unión Europea por importe de 600.000 euros.
4. Empresas que formalicen contratos con la Administración Pública que representen el 50% de su cifra de negocios o superen los 600.000 euros. 
5. Empresas que cuyos títulos cotizan en Bolsas Oficiales de Comercio.
6. Las mutualidades de prevención social.
7. Las sociedades que están bajo la supervisión de la CNMV, BDE y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
8. Entidades gestoras de fondos de pensiones, así como entidades de capital riesgo.

1. Las fundaciones que superen dos de los siguientes requisitos:

1. Activo: 2.400.000 millones de euros.
2. Cifra de negocios 2.400.000 millones de euros.
3. Número medio de empleados superior a 50.

Como hemos indicado, cuando una empresa supere los parámetros o cumpla alguno de los otros requisitos, debe depositar junto a sus cuentas anuales, un informe de auditoría. 

Sin embargo, el hecho de que un profesional independiente verifique los documentos contables y emita una opinión fundamentada sobre los mismos, puede ser un reclamo para inversores, proveedores, clientes, bancos, etc. Esto indicaría una muestra de transparencia y buenas prácticas dentro de la empresa. 

Sin duda, un informe de auditoría puede ser una de las mejores cartas de presentación frente a terceros. 

Autor: Alba Sanchez Velaszo